Los errores que cometen los padres cuando sus hijos desobedecen
El "mal" comportamiento y las rabietas son un elemento que puede aparecer con frecuencia en la mayoría de los casos, lo raro es que los hijos se ciñan a las normas que se les ponen. Los padres y madres a veces se demoran en detectarlos y eliminarlos cuesta tiempo y esfuerzo. Siempre hay que tener en cuenta que la desobediencia, al igual que las rabietas, forman parte del desarrollo normal del niño y niña, ya que constituyen un modo de probar los límites y construir su propia identidad. Pero es nuestra labor como padres manejarlo del mejor modo posible para evitar consecuencias negativas.
Imagen tomada de: https://fortissima.com.br/wp-content/uploads/2014/09/como-impor-limites-aos-filhos-tt-width-660-height-300-bgcolor-FFFFFF.jpg
A continuación te presentamos los errores que se dan con frecuencia:
- Demostraciones de poder. Tomar la la desobediencia como un desafío directo a su autoridad, algo que debe gestionarse como si se tratase de un juego de intimidación militar. Puede que el menor que no cumpla las normas no significa que lo haga para desafiar. De hecho, lo más probable es que sus actos sean consecuencia pero se les olvida con facilidad, porque no se estableció una regla clara. Así pues, para evitar este error primero hay que asegurarse de si estamos ante un caso de "desobediencia" o, más bien, de simple "no obediencia". En caso de que que sea lo segundo, hay que esforzarse por hacer que el hijo o la hija entienda qué lógica hay detrás de la norma.
- Ceder. Ceder cuando los hijos se niegan a seguir ciertas reglas es siempre contraproducente, ya que es un acto que habla por sí mismo y cuyo mensaje es "desobedecer funciona". Es decir, se pasa a creer que seguir las reglas es algo opcional y, por extensión, las reglas no sirven para nada. Simplemente son un obstáculo molesto a esquivar, ya que estén presentes o no se podrá hacer lo que se quiera.